Ella se acercó a mí lentamente,
como si fuera el humo del cigarro,
Su perfume era exquisito, mi mente
se perdió entre sus curvas y la neblina,
Yo fui su juego favorito, sí… ella
me lo dijo mientras deslizaba mi mano,
No siempre fuimos jugadores, antes
éramos sólo amigos, fuimos la peor mentira.
Su cabello ondulado, tan sedoso que
ahora mismo recordarlo me excita,
No tiembles cariño, es momento de
que dejemos de ser niños,
Parecía que ella fue mujer antes de
volverme su hombre, nunca fui su cita,
Fui el ratón que cayó en la trampa,
ahora rompemos códigos.
Ambos cumplíamos veintiún años ese
día,
Y entre risas soplamos las velas,
pidiendo en secreto el mismo deseo,
Bebimos hasta descontrolarnos, y
entre la multitud me llevó de la camisa,
A nuestro lugar mágico, tan mágico
como nuestras drogas, fue perfecto el momento.
Ahora estamos desnudándonos de a
poco, ambos sabemos que todo está mal,
Qué importa ahora, ya no podemos
parar…
Mordía mis labios y yo apretaba
suavemente sus senos,
Fue amor lo que hicimos, aunque
ahora ella sólo diga que fue sexo del momento.
Ahora bebemos un sábado por la
noche, dos años después de los veintiuno,
Ambos en relaciones propias, pero
jugando a desconocernos,
Juegas con tu lengua en la copa,
nuestras miradas se condensan,
Es cierto que no debemos, pero ésta
noche volvemos a unir nuestras almas ciegas.
Autor Original: Nior
Nathân
No hay comentarios.:
Publicar un comentario