Un pequeño niño, creyendo en sueños aún,
Jugando a ser adulto algunas veces,
Creyendo estar muerto y brincando sobre su ataúd,
Despertando cuando aún no amanece.
Robando besos contestados bruscamente,
Dando vueltas con la mirada al cielo,
Sintiendo las gotas de la lluvia en la frente,
Sonriendo siempre a su eterno amigo; el miedo.
Escribiendo todo lo que piensa, para él,
Mostrándole un amor inocente siempre,
Mostrándole caricias suaves para su piel,
Abrazando sus rodillas, intenta darse luz que lo abrigue.
Llorando su equivocación y su sabiduría,
Una lágrima dulce lo hace sonreír,
Su juego ha terminado con lo mismo; sabiduría,
Y cree que soñar, es para dejar de fingir.
Jugando a ser adulto algunas veces,
Creyendo estar muerto y brincando sobre su ataúd,
Despertando cuando aún no amanece.
Robando besos contestados bruscamente,
Dando vueltas con la mirada al cielo,
Sintiendo las gotas de la lluvia en la frente,
Sonriendo siempre a su eterno amigo; el miedo.
Escribiendo todo lo que piensa, para él,
Mostrándole un amor inocente siempre,
Mostrándole caricias suaves para su piel,
Abrazando sus rodillas, intenta darse luz que lo abrigue.
Llorando su equivocación y su sabiduría,
Una lágrima dulce lo hace sonreír,
Su juego ha terminado con lo mismo; sabiduría,
Y cree que soñar, es para dejar de fingir.
Autor Original : Nior Nathân
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