Padre Nuestro que estás en algún lugar,
Deja de atormentarme más,
No juegues con mi alma,
No soy una marioneta que está dispuesta a actuar.
Estoy en tu sendero, como un siervo angelical,
Sólo por curiosidad en el camino… ¿Adónde conduce este lugar?
Mi buen señor, mi verbo sin confirmar,
¿Has visto acaso cómo llegar y descansar?
Sólo me has dado pan y un poco de manjar,
Dependo de un buen trozo de carne y de sexo para variar,
Tu sangre dentro de mis venas,
Circulando como vino fresco… no es más una lata de cerveza.
Padre Nuestro que habitas en mi posesión,
Danos hoy inteligencia artificial,
La naturaleza está destruyéndonos como una invasión,
Como un exorcismo difícil de solucionar.
Yo te doy mi vida, aunque sé que ya te pertenece,
Dame razón para santificar tu nombre en la verdad,
Con respuestas claras o algo que no oscurece,
Yo te doy todo de mi… pero Señor, Ten Piedad.
Autor Original - Nior Nathân
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