La hora del trabajo termina,
de vuelta a casa, acompañado de la rutina,
no hay sorpresas, todo igual día a día,
con las mismas emociones matutinas.
Hacer ejercicios y modelar frente al espejo,
admirar mi cuerpo desnudo,
y sentarme en la cama con el sentimiento perplejo,
arrastrarse a la ducha, seguir con cada motivo uno a uno.
Apagar las luces y empezar a pensar,
¿qué es lo que puedo sentir por ti?,
no te conozco y siento que te empiezo a amar,
dudo de los sentimientos que nacen así.
El sonido del reloj me es insoportable,
avanza al mismo modo que mi corazón,
el temor de todo hace que me equivoque o quizá desvelarme,
tu imagen está conmigo... no entiendo la razón.
El insomnio me hace prisionero, me he vuelto su obsesión,
alguna copa de vino o champaña,
para tratar de calmar esta confusión,
mis sentimientos amanecen disparados por doquier cada mañana.
Y mis manos tiemblan otra vez,
buscar respuestas... no quiero respuestas,
¿quién dice que debe ser así?, amar y de nuevo caer...
este sentimiento no lo quiero ahora, son pistas falsas... señales incorrectas.
Autor Original : Nior Nathán
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