Cuando llora un ángel debajo de mis pies,
siento que mi mundo está al revés,
ni el recuerdo del pasado puede hacerle sentir bien,
y mantengo un abrazo contando hasta más de cien.
Tiene las alas rotas y su aureola sin brillo,
porque algún cruel niño jugó con él,
lastimando su alma celestial que guardaba en su bolsillo,
como símbolo de su pureza al ser un ángel.
Mil palabras le han dicho sobre el mundo,
mil palabras sobre el amor,
las mismas que escribo a diario en mis cuentos absurdos,
tratando de disimular que tengo poco valor.
Con conflictos y problemas logré sobrevivir,
estoy vivo y sin embargo me quejo,
tengo derecho de hacerlo aunque no siempre sea infeliz,
debo aceptar cada error perfecto que se refleja en el espejo.
Hay un ángel llorando debajo de mis pies,
quiere que le enseñe el amor y muchas cosas más,
pero que puedo enseñarle yo... si soy yo quien necesita de los ángeles,
tan sólo mantengo el abrazo, intentando darle un poquito de mi paz...
Autor Original : Nior Nathán
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